Durante unos días hemos estado probando el preamplificador Ares y la etapa de potencia Iasonas de Pilium Audio con Konstantinos Pilios, propietario de la empresa.

Este verano recibimos un preamplificador de línea Ares y la etapa de potencia Iasonas, ambos de la serie Divine del fabricante griego Pilium Audio. Desde el primer momento pudimos comprobar que se trata de unas electrónicas muy especiales. Realizamos el montaje del equipo utilizando nuestros cables de referencia, los Tellurium Q Statement en interconexión XLR y altavoz. Como cables de alimentación hemos utilizado, además de los Tellurium Q Statement para la etapa de potencia Iasonas, el Tellurium Q Silver Diamond para el preamplificador Ares. El sistema de completa con un streamer Lumin U1 y un DAC Metronome DSC01, el primero con un cable de corriente Tellurium Q Ultra Blue y el segundo con un Ultra Silver del mismo fabricante. La conexión entre el Lumin U1 y el Metronome DSC01 se realiza con un cable USB Tellurium Q Silver Diamond.

Después de unas semanas en las que el sonido ha ido mejorando, hemos tenido la oportunidad de disfrutar de la visita de Konstantinos Pilios, propietario de Pilium Audio, y de uno de sus ingenieros, que han permanecido en nuestra ciudad unos días en los que hemos tenido tiempo de trabajar pero también de charlar y disfrutar de los productos de la zona.

Lo primero que llama la atención con Pilium es que el sonido resulta extremadamente natural, todo parece estar donde y como debería. Los timbres de los instrumentos son más reales lo que habían sido nunca y al mismo tiempo el sonido es tremendamente limpio, la sensación de control absoluto y el grave tremendamente articulado y profundo.

Lo siguiente que detectamos es que el nivel de información es brutal… se aprecian los más pequeños detalles y matices de las grabaciones que, en muchas ocasiones no había percibido antes, incluso en algunas que conozco muy bien. Mi experiencia con esta característica es que suele resultar pesada a largo plazo, cuando parece que se presta más atención a los detalles que a la música, o directamente desagradable cuando se reproducen grabaciones no demasiado buenas.

Sin embargo no es el caso: me paso horas escuchando… que digo escuchando ¡disfrutando de la música! Y no me canso. Ya son varios los días que mi mujer me ha llamado al orden para que volviera a casa.

Al comprobar que con Pilium Audio y Tellurium Q el sonido resulta tan adictivo y natural he ido sacando discos complicados, que me habían sonado un poco duros y/o ásperos anteriormente. Casi todos me han sonado estupendamente, lo que me ha dejado un poco perplejo. Esta electrónica está a años luz de ser una de esas que lo dulcifica y suaviza todo de forma que lo bueno suena bien y lo mediocre casi igual… ¡aquí lo bueno suena espectacularmente y lo mediocre extraordinariamente!

Lo más sorprende es que a raíz de la visita de Konstantinos, en la que estuvimos en un espectáculo flamenco, he estado recuperando algunos discos de ese Dios en la Tierra que fue Camarón de la Isla, discos que, a pesar de su insuperable calidad artística, me resultaban insufribles en el equipo “grande” y estaban reservados, sobre todo, para escuchar en el coche. Pues ayer domingo me pasé el día entero con Camarón de la Isla cantando en frente de mi, y al lado, tocando la guitarra, unas veces ese otro Genio llamado Paco de Lucía y otras el gran Tomatito.

Por primera vez en la vida he disfrutado de esta forma de una canción de Camarón, y sólo por eso ya vale la pena haber traído estas espectaculares electrónicas a España: muchas gracias Sr. Pilios por hacer estas obras de arte.