Review: Wharfedale Linton por What HiFi

Publicado : 23/07/2021 - Categorías : Categorías , Reviews , Últimas noticias

"Lo mejor de la alta fidelidad de la vieja escuela con lo mejor de la nueva."

NUESTRO VEREDICTO:

A FAVOR:

  • Reproducción natural de graves.
  • Escena sonora abierta y detallada.
  • Aspecto formidable.

EN CONTRA:

  • Su aspecto no es del gusto de todos.

A menudo decimos que el buen sonido nunca envejece, pero los años sí que van pasando. Escuche un equipo de alta fidelidad de antaño y notará una presentación del sonido diferente, más adecuada para la música de entonces. En el caso de los altavoces Wharfedale Linton originales, ese “entonces” era entre 1965 y finales de la década de 1970 – una era de pantalones acampanados, música a lo grande y grandes altavoces.

Estos Linton originales eran unos 25-30 cm más grandes, dependiendo del modelo específico y, entre el gran chasis, el gran bafle frontal y los grandes drivers, eran capaz de producir un sonido grande y abierto que es muy diferente del que producen los monitores mucho más compactos de hoy en día.

¿Pero qué ocurre si se quiere unos altavoces nuevos construidos usando métodos y materiales modernos, pero con el estilo y el sonido de la vieja escuela? Entonces seguro que le gusta la nueva versión de Linton, que llegó al mercado celebrando el 80 aniversario de Wharfedale.

Construcción:

El tamaño y el estilo son las características de la vieja escuela más obvias de estos altavoces Linton. Con unos 56 cm de altura, 33 cm de profundidad y 30 cm de ancho, son significativamente más grandes que otros monitores modernos, pero no resultan abrumadoramente grandes, ni siquiera en salas relativamente pequeñas.

Esto se debe en parte a su aspecto natural, con veta de madera, caoba o nogal. Si el acabado fuera negro o blanco lacado, seguro que resultarían mucho más grandes.

Su otra arma a la hora de mantener un perfil bajo son sus soportes de suelo dedicados, que dejan los altavoces a una altura ligeramente inferior a la de otros modelos. Lo suficientemente inferior como para que aquellos que se sientan algo más bajo de lo habitual, puedan oír las Linton en todo su esplendor.

A pesar de esta desproporción en su altura, los soportes Linton son excelentes. Han sido diseñados para adaptarse sin duda alguna a los altavoces y, aunque cuestan 280£ si se compran por separado, al comprarse con los altavoces sólo cuestan 100£.

Aprecies o no la estética Linton (nosotros estamos encantados con ella, si nuestra opinión sirve de algo), desde luego tiene claros beneficios sonoros. Una caja más grande tendría un grave más generoso y una anchura mayor del bafle ayudaría a darle algo más de solidez a los medios, apoyando la salida a unas frecuencias más bajas. Este efecto, conocido como “efecto bafle” ocurre en una frecuencia más alta en altavoces más estrechos, por lo que suenan menos sólidos, incluso con compensación eléctrica aplicada a su red de filtros.

Un chasis más grande también puede acomodar altavoces más grandes. Las frecuencias bajas las controla una unidad de 20 cm, el mismo tamaño del altavoz de graves de las viejas Linton XP2, pero esta vez se ha empleado Kevlar tejido en lugar de papel en la construcción de este cono. Justo encima, en su propio recinto, encontramos un altavoz de medios de Kevlar de 12,5 cm y algo desplazado hacia el interior, un tweeter de cúpula textil de 25 mm.

Los recintos están hechos de tablero de aglomerado de alta densidad entre capas de MDF para crear una combinación que Wharfedale mantiene que puede disipar las resonancias del panel mejor que el MDF por sí mismo. El material amortiguador interno elegido es lana sintética de pelo largo.

Compatibilidad:

Las Linton presentan dos puertos bas réflex traseros en cada unidad. Aunque no son complicadas de colocar, recomendamos dejar unos 50 cm hasta la pared y empezar a probar por ahí.

Este modelo ha sido específicamente diseñado para usar con la rejilla puesta. No sólo ayuda a mantener un bajo perfil visual, sino que las rejillas realmente mejoran el sonido gracias a que su forma mejora las interferencias de las reflexiones de los bordes del chasis.

Estos altavoces suenan mejor cuando están ligeramente orientados hacia el oyente, con el logo de Wharfedale en la esquina exterior de cada altavoz. Así, los tweeters excéntricos se encuentran en la esquina interior, aunque a nosotros -a medida que hemos ido probando varias ubicaciones- nos ha parecido que la diferencia interior y exterior es mínima.

Pronto queda claro que estos altavoces son muy relajados, así que los hemos emparejado con el enérgico amplificador integrado Rega Elex.R (949£). Otros amplificadores muestran buena motivación y también funcionarán bien.

Sonido:

Al instante de iniciar la audición, tenemos una excelente sensación de escala y espacio, así que cogemos una grabación orquestal para ver qué pueden hacer con ella. Reproducimos The Raiders March de John Williams -tema principal de las películas de Indiana Jones- y quedamos electrizados por la dinámica de los altavoces.

Empezando suave pero firme con la intrépida sección de vientos, la pieza -a través de las Linton- ofrece una brillante gama de texturas y capacidades a medida que se va desarrollando. Sonando en un lateral, las trompetas resultan tan heroicas como el arqueológico aventurero, mientras que la sección de cuerda toma la delantera. Por debajo de todo ello, los enormes tañidos de los timbales se reproducen con consumada facilidad por esos monitores con soporte de suelo.

Es tan fantásticamente abierta la presentación de la música que nuestro espacio parece más grande de lo que es. Cada instrumento se escucha en su posición exacta de la escena sonora. El rasgueo del arpa flota por encima, los timbales entran a la perfección desde la parte trasera izquierda, los címbalos chocan y las campanas tubulares suenan tan reales que casi podríamos ver los instrumentos. Es una delicia y, probablemente, la puesta en escena de estos altavoces en su mejor versión.

Cambiamos a algo más contemporáneo de las Linton originales –Jumping Jack Flash de The Rolling Stones. La pista sufre fácilmente con altavoces de peor calidad, pero las Linton sobresalen. El balance tonal está perfecto y no domina ningún instrumento – ni la voz de Jagger, ni la pandereta ni la batería. Esta grabación puede sonar muy rala, pero no aquí. Su interpretación es tan plena como esperábamos que fuera, pero los altavoces tienen la suficiente agilidad como para no dejar que la pista caiga en un batiburrillo de ruidos cuando llega al clímax.

La capacidad de las Linton para las frecuencias graves es obvia. El bajo tiene un sonido redondo en sus cuerdas, muy separado del peso del bombo. Va llevando la canción y te da una impresión real de lo excitante y rebelde que tuvo que sonar esta banda en concierto, en todo su esplendor.

Por último, escogemos algo más reciente, Blinded By The Lights de The Streets y su bajo desnudo, potente. A través de las Linton suena grande, limpio y tan preciso como esperamos – sólo el bajo, la caja y Mike Skinner contando la historia de un club nocturno que salió mal.

No es un sonido tan adelantado como el que estamos acostumbrados por los altavoces más modernos. No nos llegan los golpes de la línea de bajo como con las también brillantes aunque muy diferentes KEF R3 (1300£). Las KEF son, probablemente, un poco más detalladas, pero no mucho, a pesar de las primeras impresiones. Su planteamiento más directo las hace accesibles, pero prácticamente todo su detalle también está en la escena sonora -más rica y amplia- de las Wharfedale. Hay que probarlas.

En una pista tan dispersa como esta, es fácil preferir la presentación de las KEF. Crean ciertos matices en la voz de Skinner y su reluciente sintetizador. Pero las Linton consiguen algo que las R3, no: con ese muestreo electrónico no demasiado centrado, obtenemos una magnífica sensación del tamaño y ambiente del club, desde las luces estroboscópicas hasta el humo seco en el fondo de nuestra garganta. Bienvenida, nostalgia. Estos altavoces han hecho su trabajo.

Veredicto:

Las Linton pueden no ser lo que todo el mundo pensaría que quiere escuchar, pero serían cuestión de planteárselo. Estos altavoces hacen un trabajo impresionante capturando algo del estilo antiguo, más pleno, más sencillo y abierto del sonido de la alta fidelidad, sin olvidarse de hacer de la música algo apasionante. Esta pasión puede no desbordarse de sus conos, pero tampoco necesitarás whisky y coderas para poder disfrutarlas.

Con su peso natural, la certera imagen escena y capa tras capa de maravilloso detalle, podrá escuchar estos altavoces durante días y no cansarse de ellos. Sólo recuerde cambiar el disco de vez en cuando.

CALIFICACIONES:

Sonido: 5

Compatibilidad: 4

Construcción: 5

Aquí puedes ver el unboxing que realizamos de una unidad de estos espectaculares altavoces en nuestras oficinas: 

UNBOXING Wharfedale LINTON + Stand

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